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ACONDROPLASIA |
![]() Fig. 8.1. Acondroplasia. Manos pequeñas
con dedos cortos en forma de tridente.15 ![]() Fig. 8.2. Madre e hijo lactante con acondroplasia.
Frente ancha y prominente y un puente nasal plano; mandíbula
con seudoprognatismo.15 |
El enanismo clásico o prototípico
es la acondroplasia, con una incidencia de 1 por cada 15,000 hasta 1
por cada 27,000. Se trata de una displasia esquelética pura, heredada
con carácter autosómico dominante, que representa una
displasia espondilometafisiaria.2 Más de 80% de los casos reportados de
acondroplasia son esporádicos, representando nuevas mutaciones.
La edad paternal incrementada a está asociada con casos esporádicos.15 La muerte se atribuye a causas cardiovasculares
en pacientes ente los 25 y 54 años de edad.15 Clínicamente, el tronco y las extremidades
son cortos. Las extremidades están arqueadas y el segmento proximal
de las mismas es más corto (rizomelia). La estatura de un adulto
hombre es de 130 cm y de 123 cm para las mujeres en promedio; el adulto
llega a pesar 55 kg. y 46 kg. las mujeres. Hay una tendencia a la obesidad. El
cráneo suele presentar una circunferencia mayor con protuberancia
frontal. El puente nasal es plano.1,15 El control de la cabeza no ocurre hasta los
3 o 4 meses. Los niños afectados caminan hasta los 34 o 36 meses,
el desarrollo normal se alcanza a los 2-3 años de edad. Su reproducción
se complica por cuestiones sociales y por la dificultad del parto ante
la desproporción cefalométrica del producto y el canal
vaginal de la madre.15 Suele haber braquidactilia moderada con manos
anchas y que se asemejan un tridente formado por el pulgar, el segundo
y el tercer dedos (Fig. 8.1). Este aspecto se pierde en la adolescencia.
Los codos pueden presentar una extensión y pronación limitadas.
En la lactancia es frecuente una joroba lumbar, que casi siempre desaparece
después del primer año y es sustituida por una espalda
recta, siempre con una lordosis lumbar llamativa.1 En ausencia de hidrocefala el desarrollo mental
suele ser normal. La cabeza grande presenta una protuberancia frontal
llamativa, hipoplasia de los maxilares y un prognatismo mandibular relativo
(Fig. 8.2). Es frecuente la maloclusión dentaria, con mordida abierta
anterior. En estos niños se encuentra con gran frecuencia otitis
medias serosas crónicas que dan lugar a hipoacustia. En algunos
casos se ha descrito muerte súbita en la lactancia o al principio
de la infancia, secundaria a compresión de la médula cervical
por un agujero magno demasiado pequeño.1,15 |