ACTINOMICOSIS

 

 

 

Fig. 1.37. Paciente con un tracto sinusal en la piel de la cara, debida a una infección por Actinomyces consecutiva a una lesión traumática de los dientes y del maxilar superior sufrida tres meses antes.3

 

Fig. 1.38. Absceso e inflamación del paladar por actinomicosis.14

 

 

Es una enfermedad infecciosa crónica granulomatosa causada por una bacteria anaeróbica Gram-positiva, Actinomyces israelí. Su incidencia en niños es rara.14

Se localiza en el ángulo mandibular y región submandibular. Raras veces afecta los tejidos blandos de la cavidad bucal. Existen 3 formas clínicas: cervico-facial, toráxica y abdominal. La forma cervico-facial es la más común. 3,14

La actinomicosis cervicofacial se debe a una infección por microorganismos comensales (endógenos) normales de los seres humanos. Actinomyces israelí está presente normalmente en criptas amigdalinas, dientes cariados y depósitos de cálculos.3

Diversos incidentes traumáticos, por ejemplo una extracción dental, una infección periapical consecutiva a una pulpa expuesta, o una pericoronitis alrededor de un diente impactado, constituyen posibles oportunidades para que el microorganismo se convierta en infeccioso. Una vez que se produce la infección sobreviene una reacción inflamatoria aguda. En el tejido blando son frecuentes la tumefacción y un dolor intenso (Fig. 1.37). La invasión  bacteriana del hueso inicia una osteomielitis localizada que puede causar una importante destrucción ósea, periosteítis reactiva nodular y abscesos de partes blandas que originan nódulos regionales con tractos sinusales que drenan en la superficie de la piel o mucosa (Fig. 1.38).3

El exudado que emana de los tractos sinusales de drenaje suele contener pequeñas estructuras calcificadas de color verde amarillento visibles clínicamente que se denominan “gránulos de azufre”. Estos presentan colonias calcificadas de Actinomyces israelí y son indicativos de actinomicosis.3