ERITEMA MULTIFORME

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fig. 9.10. Eritema Multiforme Menor. Piel de un paciente con típicas lesiones en “diana”.3

 

 

Fig. 9.11. Eritema Multiforme Crónico. Pequeñas lesiones múltiples “en diana” de larga evolución.3

 

 

Fig. 9.12. Eritema Multiforme Menor. Área difusa de despegamiento superficial y erosiones focales del paladar.3

 

 

Fig. 9.13. Eritema Multiforme Menor. Lesiones erosivas en la mucosa labial y encías.3

 

 

Fig. 9.14. Eritema multiforme. Erosiones de la lengua del labio superior.14

 

 

Fig. 9.15. Eritema multiforme. Erosiones de la encía.14

 

 

El eritema multiforme es una enfermedad aguda, autolimitada, a menudo inflamatoria recurrente caracterizada por manifestaciones de piel y menos frecuentemente por manifestaciones en las mucosas.14 Se produce una reacción de hipersensibilidad diseminada con reacciones tisulares centradas alrededor de los vasos superficiales de la piel y las mucosas que aparecen, generalmente, en relación con un agente inductor.3

El eritema multiforme es una enfermedad inflamatoria de origen inmunitario que afecta la piel y las mucosas con amplio espectro de manifestaciones y diversos grados de intensidad. Los factores precipitantes más frecuentes son: 1) infecciones con herpes simple, neumonía por micoplasma e histoplasmosis; 2) fármacos, especialmente sulfamidas, penicilina, fenitoína, barbitúricos, yoduros y salicilatos; 3) algunos trastornos gastrointestinales, especialmente enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, y 4) otros procesos, como neoplasias malignas, radioterapia y vacunaciones recientes. Sin embargo, en más del 50% de los casos no se ha conseguido el agente etiológico.3,14

La patología del eritema multiforme es, en gran parte desconocida. Los investigadores han identificado complejos inmunitarios circulantes que aparecen tras sufrir los pacientes algunas infecciones, y tras reacciones alérgicas a medicamentos. Su diana parece ser el epitelio de superficie y las paredes de los vasos sanguíneos de la lámina propia, provocando reacciones cutáneas y mucocutáneas que van desde un leve eritema hasta una necrosis diseminada con estacelo de la cobertura epitelial.3

Este trastorno vesiculoampollar agudo y a veces recidivante. Tiene numerosas manifestaciones en la piel, las mucosas y en ocasiones en órganos internos. La erupción se produce la mayoría de las veces entre los 10 y los 30 años de edad y generalmente es asintomática, aunque puede haber prurito y alguna sensación de quemazón.2

Las lesiones del eritema multiforme pueden iniciarse en forma de máculas eritematosas y evolucionar hacia la forma de pápulas, vesículas, ampollas, placas de urticaria o zonas de eritema confluente. El centro de la lesión puede estar formado por una vesiculación, púrpura o necrosis. Las lesiones de iris o diana, que son patognomónicas del eritema multiforme, tienen un centro oscuro, un anillo interno pálido y un borde externo eritematoso (Fig. 9.10).2

El eritema multiforme se manifiesta en tres formas clínicas: 1) eritema multiforme menor, 2) eritema multiforme menor crónico y 3) eritema multiforme mayor.

El eritema multiforme menor es una enfermedad que afecta fundamentalmente la piel; la mucosa oral resulta afectada en el 25% de los casos. Antes de aparecer las lesiones hay un periodo prodrómico de 3 a 7 días durante el cual los pacientes sufren cefaleas, fiebre y malestar general. El periodo prodrómioco es seguido de la aparición de la clásica lesión cutánea descrita como diana, ojo de toro o iris. En fases precoses el centro del anillo presenta una pápula sobreelevada o una pequeña ampolla que se rompe, produciendo una erosión central transitoria que se repara con rapidez y se normaliza. Cada lesión en diana oscila entre unos pocos milímetros y varios centímetros, y se distribuyen sobre todo por las superficies flexoras de las extremidades; el tronco y el rostro se afectan con menor frecuencia. Generalmente aparece en adultos jóvenes, es una enfermedad autolimitada y cede habitualmente en 2 o 3 semanas.

El eritema multiforme menor crónico es la forma mas leve de eritema multiforme. Las lesiones cutáneas son de menor tamaño, duración y distribución que las otras formas. El paciente puede presentar lesiones continuamente durante 1 o más años. En estos pacientes el aspecto de las lesiones es similar a una erupción vírica diseminada (Fig. 9.11).3

Las lesiones de la cavidad bucal son similares en ambos tipos de eritema multiforme. Aparecen como pequeñas vesículas que se rompen tempranamente, dejando erosiones extensas cubiertas por una seudomembrana (Fig. 9.12-9.15).14 En general las lesiones son muy inespecíficas y requieren de la presencia de lesiones cutáneas asociadas y una historia compatible para realizar el diagnóstico.3

El eritema multiforme mayor es una forma aguda de la enfermedad con afección grave de la piel y mucosas. Aunque aparecen las típicas lesiones en diana observadas en otros tipos de eritema multiforme, lo típico de esta forma grave de la enfermedad es la aparición de grandes ampollas en la mucosa y piel. Las ampollas se rompen rápidamente, produciendo seudomembranas blanquecinas en las mucosas y lesiones rojizas oscuras con costras en las superficies cutáneas secas. Estas son especialmente llamativas en los labios y en los ojos, ya que al despertarse, los pacientes suelen ser incapaces de abrir los ojos o separar los labios debido a las costras. La forma más aguda de la enfermedad afecta solo a adultos jóvenes y se denomina síndrome de Stevens-Johnson.

 

La mucosa bucal se encuentra afectada 20-30% de los casos (labios, paladar blando, lengua, mucosa bucal, encía), usualmente se encuentra asociada con manifestaciones de piel. Pocas veces las manifestaciones bucales son manifestaciones únicas de la enfermedad. La piel es afectada muy generalmente en forma de patrón simétrico (palmas y plantas, cara dorsal de manos y piel, aspecto extensor de brazos y piernas, cuello y tronco). La mayor parte de los pacientes sufren un solo episodio de eritema multiforme. La enfermedad recurre en 20-30% de los casos; pueden verse desencadenadas por fármacos o, mas frecuentemente por una infección del virus herpes simple.2