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ESCLEROSIS TUBEROSA |
![]() Fig. 8.10. Esclerosis tuberosa. Nódulos
múltiples de la encía y mucosa alveolar.14 ![]() Fig. 8.11. Esclerosis tuberosa. Pérdida
de las papilas filiformes de la lengua.14 ![]() Fig. 8.12. Esclerosis Tuberosa. Angiofibromas
faciales típicos.14 |
También conocida como Síndrome
de Bourneville-Pringle, es un trastorno raro caracterizado principalmente
por angiofibromas, retraso mental y cisuras. Su etiología tiene
basa genética. Se transmite como un rasgo autosómico dominante
con expresividad variable.14 Su incidencia es rara. La prevalencia varía
de 1 por 30,000 en la población general.2 Las lesiones
se presentan generalmente entre lo 3 y los 6 años de edad.14 Las lesiones se localizan en cavidad bucal,
piel, sistema nervioso central, ojos y sistema esquelético. Las
manifestaciones clínicas bucales se presentan como nódulos
fibrosos múltiples de unos pocos milímetros a un centímetro
de diámetro, de color normal a blanquecino. Aproximadamente 11%
de los pacientes tienen lesiones que son predominantes en la encía
de la zona anterior (Fig. 8.10), aunque otras partes de la mucosa bucal
pueden estar afectadas. Son comunes agujeros en el esmalte. El paladar
es profundo, se puede presentar labio y paladar hendido y macroglosia con
pérdida de papilas filiformes (muy pocas veces)(Fig. 8.11).14 Las características más comunes
de las lesiones en piel son los angiofibromas faciales, que se presentan
como numerosos nódulos, rojos a violetas, afectando principalmente
el surco nasolabial y carrillos (Fig. 8.12). Áreas hipomelanóticas
(músculos como hojas de fresno) y placas levantadas de tejido conjuntivo
(parches de Shagreen) son signos tempranos y comunes. Los fibromas periungueales
y subungueales, y distrofia de las uñas también se pueden
ver comúnmente.14 Las manifestaciones del sistema nervioso central
ocurren en el 90% de los pacientes y presentan cisuras, retardo mental
y tumores hamartomatosos. También se pueden observar rabdomiomas
cardiacos, hamartomas retinales múltiples, angiolipomas renales,
riñones poliquísticos, y lesiones quísticas de los
pulmones.14 El diagnóstico de la enfermedad se hace
sobre la base de la presencia de uno de los criterios diagnósticos
primarios (angiofibromas faciales, fibromas ungueales, hamartomas del
SNA) o por la presencia de dos criterios secundarios (cisuras infantiles,
músculos como hojas de fresno, parches de Shagreen, rabdomiomas
cardiacos, quistes o angiomiolipomas renales, hamartoma de la retina).14 |