QUERUBISMO  

 

 

 

 

 

 

 

Fig. 3.27. Querubismo. Los rasgos faciales se asemejan a un querubín debido en parte al aumento de tamaño simétrico bilareral de la parte posterior de la mandíbula.3

 

Lesión osteofibrosa benigna autosómica dominante de los maxilares que afecta a más de un cuadrante y se estabiliza después del periodo de crecimiento, dejando por lo general alguna deformidad parcial y maloclusión.3

Afecta principalmente a la mandíbula de forma bilateral y simétrica. El maxilar superior se afecta con menos frecuencia. El nombre de la enfermedad deriva del aspecto clínico de muchos de los jóvenes pacientes, en especial de quienes tienen afección de los cuatro cuadrantes. Cuando existen lesiones expansivas en la mandíbula y el maxilar, dan a la cara un aspecto “mofletudo” y a menudo producen una elevación del suelo de las órbitas, haciendo que las pupilas estén dirigidas hacia arriba. Este aspecto angelical recuerda a los querubines del arte románico (Fig. 3.27).3 las lesiones pueden ser unilaterales, aunque muy pocas veces.14

Las lesiones se inician en la niñez temprana (niños menores de 10 años) en forma de expansiones lentamente crecientes de las partes posteriores de la mandíbula o el maxilar superior. La expansión es asintomática. Además de la manifiesta deformidad, lo que preocupa es la interferencia en la masticación y en el desarrollo del lenguaje, los dientes son desplazados  y algunas veces hay fallas en la erupción resultando una intensa maloclusión.14 Las lesiones siguen aumentando de tamaño hasta que el paciente alcanza la pubertad, en cuyo momento se estabilizan. Finalmente, los huesos afectados pueden experimentar alguna disminución de tamaño. En este momento, su remodelación quirúrgica puede hacer menos preocupante la deformidad.3

Radiográficamente se observan grandes áreas de radiotransparencia en los huesos que presentan expansión masiva. Cuando la lesión madura, el aspecto radiográfico cambia gradualmente haciéndose evidentes estructuras más radioopacas. Tras la estabilización, las áreas afectadas presentan un aspecto radiográfico de “vidrio deslustrado” similar al que se encuentra en la displasia fibrosa estabilizada (Fig. 3.28).3

 

Fig. 3.28. Radiografía panorámica que muestra una expansión bilateral de las ramas mandibulares y radiotransparencias intraóseas multiloculares.3